Ruta de los Pueblos Negros (Guadalajara)
La ruta de los pueblos negros de Guadalajara está compuesta por seis poblaciones bien representativas de esta comarca, tomando como punto de partida el pueblo de Tamajón.
El pueblo de Tamajón está considerado como la puerta de entrada a la ruta de la arquitectura negra,
la cual está dividirla en dos partes bien diferenciadas: Por un lado
esta ruta pasa por los pueblos de Almiruete, Palancares, Valverde de los
Arroyos y Umbralejo, y la otra por los pueblos de Campillejo, El
Espinar, Roblelacasa, Campillo de Ranas, Robleluengo y Majaelrayo.
Arquitectura Negra
Se trata de un tipo característico de arquitectura rural en la que prima el uso de la pizarra como material constructivo, no solo de las casas, sino también vallas, puentes, fuentes, etc…
El
resultado es un tono general de color negro que envuelve a estos
pueblos, aunque no faltan también otras tonalidades propias de la
pizarra, como el ocre.
Es un tipo de arquitectura que también encuentras en otros lugares de España, como en los Pirineos, uno de los cuyos mejores ejemplos es el Valle de Arán en la provincia de Lérida, en las Hurdes en Extremadura.
Los denominados pueblos negros de Guadalajara se
agrupan en las cercanías de las montañas que separan dicha provincia con
la de Segovia, y cerca también con la delimitación con Madrid, a los
pies del Pico Ocejón.
Valverde de los Arroyos
En el conjunto de todos estos pueblos, Valverde de los Arroyos se puede
considerar como el más turístico de la zona, pues cuenta con una variada
oferta de restaurantes, tiendas y alojamientos, junto con un
interesante museo etnográfico. Este museo está dedicado a
la arquitectura negra y cuenta con una exposición de utensilios
antiguos, paneles y un telar que nos enseña como era el modo de vida de
estos pueblos.
Algo que caracteriza a la construcción de sus casas y monumentos y que
se diferencia del resto de pueblos de esta ruta, es el uso junto con la
pizarra de la cuarcita, que al recibir los rayos del sol desprenden una
luminosidad dorada, característica constructiva esta que también
comparten otros pueblos como Almiruete y Palancares. Este hermoso pueblo
sirve de punto de partida para la ruta que conduce a las Chorreras de Despeñalagua, una formidable cascada de unos 80 metros de altura cuyas aguas provienen del Arroyo de la Chorrera, afluente del río Sorbe.
Umbralejo
A tan solo 8 kilómetros de Valverde de los Arroyos se encuentra el
pueblo de Umbralejo, cuya historia se asemeja a la de muchos otros
pueblos que en la década de los setenta quedaron abandonados tras la
marcha de sus habitantes a las grandes ciudades. En este estado de
melancólico abandono quedó hasta que en el año 1984 los Ministerios de
Educación, Agricultura y Obras Públicas hicieron que este pueblo de
nuevo renaciera utilizando las casas para fines educativos,
organizándose campamentos de verano y visitas guiadas.
Las aproximadamente 70 casas que forman el pueblo están totalmente
restauradas, reconvirtiéndolas en aulas, talleres, alojamientos,
comedores y almacenes. En Umbralejo está totalmente restringida la
circulación de coches para no alterar así las actividades que aquí se
organizan, acrecentando de esta manera el encanto de este pueblo, hecho
que apreciamos al pasear por sus calles, donde sentimos aflorar una
sensación que parece transportarnos a tiempos pasados. Este pueblo se
puede visitar de lunes a viernes de 18.00 a 20.00 horas y los sábados,
domingos y festivos de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 20.00 horas.Roblelacasa
Otro claro ejemplo de la arquitectura negra la vemos en la pequeña aldea
de Roblelacasa, donde sus viviendas originales de una planta están
compuestas de anchos muros y pequeñas estancias resguardadas por gruesos
portones de madera que ayudan a soportar los fríos y largos inviernos
de esta comarca.
Desde esta aldea tenemos la posibilidad de realizar una bonita ruta que conduce a las cascadas del Aljibe, situadas a unos 3 kilómetros.
Esta ruta también nos ofrece la posibilidad de conocer el pueblo abandonado de Matallana, situado a medio camino de las cascadas.
Campillo de Ranas
En esta ruta los pueblos están muy cerca unos de otros, pues Campillo de Ranas tan solo se encuentra a 3 kilómetros de Roblelacasa. De visita obligada es la plaza mayor, donde se sitúa uno de los elementos que caracterizan a este pueblo, su reloj solar, ubicado en los restos de la antigua casa del cura, junto a la iglesia.
La iglesia de Santa María Magdalena también construida a base de pizarra destaca por su alta torre, en el que se combina perfectamente la laja con diferentes piedras calizas de diversas tonalidades. Igualmente, podemos visitar en el pueblo el mirador de las ranas y un roble hueco del que no saben su edad y que se ha convertido en todo un icono de Campillo.
Robleluengo
Como si mirásemos a través de una ventana, Robleluengo nos regala
encantadores rincones donde la pizarra es a menudo envuelta por un manto
de vegetación. Lo mejor es dejarse llevar y perderse por sus estrechas
calles, las cuales guardan el encanto de lo rústico.
En la plaza mayor donde se encuentra el principal patrimonio de Robleluengo, la ermita de San Pedro, cuya fachada porticada está culminada por una espadaña con dos campanas, apreciándose en su arquitectura el estilo románico.
Majaelrayo
Con las excelentes vistas del Pico Ocejón de fondo, Majaelrayo cierra
esta ruta por los pueblos de la arquitectura negra. Como queriendo
recordar las viejas tradiciones, en Majaelrayo utilizan la piedra de un
molino como decoración, estampa esta que se acompaña con el sonido
refrescante del agua de sus fuentes, las cuales siguen regando los
huertos de alrededor.
Otra interesante ruta nos llevará por una pista de tierra hasta la población de Cantalojas, puerta de entrada para visitar el hermoso Hayedo de Tejera Negra.
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