Lugares misteriosos de España

1. Pozo de los Humos (Salamanca)

Podría decirse que son las cataratas del Niágara españolas. El río Uces en Las Arribes –entre Pereña y Masueco de la Ribera– genera un espectacular salto de agua de 50 metros, superado por las cascadas americanas por un metro… Cualquiera que pase por este lugar quedará asombrado ante la espectacularidad de la imagen. Hasta el mismísimo Miguel de Unamuno se sorprendió al ver el conocido antiguamente como Pozo de los Humos, hoy rebautizado como Senda de Unamuno.

El Pozo de los Humos se encuentra en la comarca de Las Arribes del Duero, en Salamanca (Istock).

2. Bosque encantado de Taramundi (Asturias)

Frondosa arboleda y espejo ramaje, riachuelos, pequeñas cuevas formadas por gigantescas rocas… Y verde, verde que te quiero verde. Así es Taramundi, al oeste de Asturias, cerquita de Galicia. Esta localidad puede presumir de contar con un bosque lleno de magia y misterio, a unos 49 kilómetros de Ribadeo. Los amantes de la naturaleza disfrutarán muchísimo recorriendo la ruta del agua, con unos 13 kilómetros. Es circular y en ese caminar te encontrarás con frondosos bosques de castaños, cascadas, conjuntos etnográficos y pueblos muy bonitos.

El verdor de Asturias es único (iStock).

3. Pozo Azul de Covanera (Burgos)

Rumbo a Burgos para conocer el pozo azul, en la localidad de Covanera, una especie de casita con aguas cristalinas que es salida-entrada de una cueva submarina que se extiende bajo las montañas. A día de hoy se han recorrido hasta 13 kilómetros de túnel y se le considera una auténtica perla, un diamante en bruto, par los amantes del espeleobuceo. Actualmente, el pozo azul de Covanera se ha convertido en uno de los puntos más visitados del valle del Rudrón.

Aguas limpias y cristalinas y un fondo azul turquesa en pleno valle del Rudrón, en tierras burgalesas (iStock).

4. Sa Calobra y Torrent de Pareis (Mallorca)

En plena sierra de Tramontana en la isla de Mallorca se encuentra un cañón espectacular de tres kilómetros de longitud, con paredes verticales que alcanzan los 200 metros de altura. Este –Torrent de Pareis– desemboca en una cala de cantos rodados que te deja sin palabras. Merece la pena la excursión, la verdad. En temporada alta suele haber mayor afluencia de visitantes –turistas, sí–, pero en cuanto empieza a llegar el otoño es mucho más fácil visitar este paraje tan hermoso prácticamente en soledad.

Esta cala –Sa Calobra– es uno de los rincones vírgenes que aún existen en Mallorca (iStock).

5. Minas de Riotinto (Huelva)

Tal vez estas sí te suenen pero realmente son pocas las personas que se han aventurado a conocer el Parque Minero de Riotinto, en Huelva, un espacio natural que parece extraído de un apelícula de ciencia ficción. Aguas rojizas, tierras de un color azulado, una luz anaranjada… ¿Estaremos en Marte? Está claro que no pero se le parece. La provincia onubense nos regala numerosos contrastes y esta zona es una de las más especiales. Las aguas que atraviesan el yacimiento minero tienen un pH muy ácido y son ricas en sales ferruginosas. Se trata a día de hoy el mayor yacimiento de estas características a cielo abierto, tan importante y espectacular que hasta la NASA se ha interesado en él. Se organizan visitas en un ferrocarril que recorre sus principales áreas. 

El Parque Minero de Riotinto está abierto al público. Se organizan visitas guiadas (iStock).

6. Bardenas Reales (Navarra)

Parece una imagen salida de una película de Hollywood, ¿verdad? ¡Pues no! Se trata de un paisaje de Navarra, concretamente está en Tudela y se llama Bardenas Reales el Parque Natural del que se pueden tomar fotografías como esta y la imagen destacada del post. Está considerado Reserva de la Biosfera por la Unesco y es probable que te suene pues ha sido escenario tanto de producciones cinematográficas como de anuncios en televisión. Si eres fan de ‘Juego de tronos’, intenta recordar cuándo, cómo y dónde has visto las Bardenas Reales en este serial.

Las Bardenas Reales están al sureste de Navarra, muy cerca de Tudela (iStock).

7. Lanuza, un pueblo fantasma que resurgió (Huesca)

En Huesca, a orillas del pantano Lanuza, se encuentra un pequeño pueblo que llegó a estar completamente deshabitado… y desaparecido. Las casas de este municipio quedaron ocultas bajo las aguas cuando se desbordó el embalse cercano tras fuertes lluvias. Han pasado muchos años hasta que sus habitantes han decidido regresar y ocupar las viviendas que no quedaron sumergidas.

Lanuza quedó prácticamente oculto bajo las aguas (iStock).